¿Llegar a los 100 años? Parece una utopía pero varias de las residentes que viven en nuestro centro de Juan M. Espinosa 1480 demuestran que es posible. Hoy las queremos presentar para que las conozcan. Porque además de tener unas historias de vida espectacular y ser ejemplos de vida, son un encanto y es un privilegio poder compartir los días junto a ellas.
María del Carmen «Nenusa» (101 años)

¿Quién que haya pasado por Lar no la conoce? Tener cerca a esta mujer y su familia es un privilegio como pocos. Nos acompaña hace más de 10 años y su sabiduría y alegría es inconmensurable. En sus años mozos se dedicó a la fisioterapia y la terapia ocupacional. Hoy sigue practicándola y moviéndose a pesar de la edad. Además es una artista completa: escribe, canta, baila, pinta… Con su edad sorprende el talento que tiene por la pintura, un arte que desarrolló en el Correo donde trabajó pintando estampillas. Además es escritora, y la profe Mariana del Taller de Escritura puede dar fe que su pluma sigue intacta. Una mujer que es sobre todo una maestra de la que hemos aprendido el verdadero arte de vivir.
María Elsa (102 años)

Una mujer encantadora que transmite el amor por el arte. Se dedicó a cuidar su casa y su familia durante gran parte de su vida. Ella disfrutaba mucho la familia, la música y la lectura. Dicen que es un apasionado bicho de biblioteca. ¿Cuántos libros habrá leído en sus más de cien años? En sus años mozos dicen que disfrutó la vida junto a su marido como pocos. Las actividades sociales estaban a la orden del día y ella no se perdía ninguna: cenas, bailes, salidas al cine, al teatro, ¡y hasta viajes!
Flora (102 años)

¿Qué decir de Flora? Dicen que en sus más de 100 años ha recorrido la vuelta al mundo varias veces con sus viajes. También parece haber vivido más de lo que permite una vida con todos sus hobbies y trabajos. Nació en Argentina pero es uruguaya como pocas. Es amante de los deportes, de la lectura, de bailar, de cocinar, de acampar… En una época hasta navegaba su pequeño velero por el Santa Lucía. Aprendió a amar el mar en el club Neptuno, donde fue nadadora semiprofesional y donde también jugó al voleyball de joven. La familia maravillosa que creó es testigo de su multifacética vida y de todo el cariño que le puso a sus pasiones y sus amores.
Idivia (103 años)

Una mujer encantadora y muy elegante. Siempre se la puede ver con una sonrisa en nuestro centro y predispuesta a charlar de actualidad y las noticias. En su rutina no faltan la radio y los diarios, y tampoco el ejercicio físico. Le encantan los deportes de pelota, y en su larga trayectoria nunca faltaron el tenis y la natación. ¡Hoy no se pierde ninguna clase de gimnasia! Sus amores son sus 5 hijos, a quienes dedicó su tiempo para criar con mucho amor antes de trabajar creando pantallas para lámparas.
Amelia (104 años)

Decir que es cariñosa es poco. Ella es muy dulce y siempre nos pide que la besemos y la mimemos. ¿Qué más lindo que dar y recibir cariño? Amelia tiene nada menos que 4 hijos, 10 nietos y 5 bisnietos. Trabajó como maestra, escribana, procuradora y bancaria, por lo que pudo formarse en diferentes áreas y ayudar a otras personas desde diferentes roles. Es una persona con mucha iniciativa y capacidad de lucha, con un carácter marcado que fue desarrollando en su crecimiento personal. Es un mujer muy deportista y dicen que le encantaba nadar y hacer yoga: hizo estos deportes hasta pasados los 85 años.
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Muchas gracias a todos los familiares que nos enviaron información sobre estas residentes tan queridas, y que nos enseñan a diario a honrar la vida.